¿CÓMO DETECTAR, PREVENIR Y TRATAR UN GOLPE DE CALOR?
Como no sudan, los perros no soportan las altas temperaturas del mismo modo que nosotros. Los perros braquicéfalos (Bulldog, Carlino, Pekinés, Dogo de Burdeos…) son más propensos a los golpes de calor, debido a sus dificultades respiratorias , pero cualquier perro puede sufrir este problema y es importante saber reconocerlo y actuar rápidamente.
Los perros regulan su temperatura mediante el jadeo. Por eso, cuando hace calor y la temperatura del aire se aproxima a su temperatura corporal, el perro comienza a jadear intensamente. De esta manera logra enfriar el aire y mantener su cuerpo a la temperatura adecuada. Si el jadeo es muy acusado y presenta dificultades respiratorias, probablemente tu perro esté sufriendo un golpe de calor. Es posible que también babee excesivamente.
Entre las situaciones más frecuentes para sufrir un golpe de calor, se encuentran:
Dejar al perro encerrado en un coche en un día caluroso (simplemente 5 minutos pueden ser suficientes).
Hacer mucho ejercicio con tiempo caluroso y húmedo.
Perros de exterior que no tienen ninguna sombra para resguardarse.
Perros de morro chato. Estos perros son más propensos a los golpes de calor, especialmente el Bulldog, el Pequinés o el Pug.
Sufrir una enfermedad cardíaca o pulmonar que afecte a la eficiencia respiratoria.
Llevar puesto un bozal mientras se utiliza con él un secador de pelo.
Sufrir fiebre alta o convulsiones.
Permanecer encerrado en superficies con cemento o asfalto.
Tener un historial previo de golpe de calor.
Síntomas del golpe de calor en los perros
Cómo prevenir el golpe de calor en los perros
Si tu perro sufre problemas respiratorios, es mejor tenerlo en interiores durante los períodos de calor intenso y humedad.
No dejes nunca a tu perro en el coche con las ventanillas cerradas, aunque lo tengas aparcado en la sombra.
En los viajes en coche, procura que tu perro vaya bien ventilado (evitar maleteros cerrados).
Limita el ejercicio en tiempo caluroso.
Proporciona sombra y agua fresca a tu perro cuando se encuentre al aire libre, especialmente si se encuentra atado en una caseta o en suelo de cemento o asfalto.
Tratamiento del golpe de calor en un perro
El tratamiento de un perro que sufre un golpe de calor debe comenzar de inmediato. Lo primero que debes hacer es enfriar al perro. Sácalo de la fuente de calor y si es posible, llévalo a un edificio que tenga aire acondicionado. Toma su temperatura rectal cada 10 minutos. Si es un caso leve, seguramente responda al traslado a un ambiente fresco.
Una vez alcanzada dicha temperatura, es importante detener el proceso de enfriado y secar al perro. De lo contrario, podría sufrir hipotermia o un shock.
Tras el episodio de golpe de calor, aunque el perro reaccione, llévalo al veterinario lo antes posible, ya que el golpe de calor se asocia frecuentemente al Edema laríngeo, una inflamación de la laringe y las cuerdas vocales que puede provocar un estrechamiento de las vías respiratorias o su completa obstrucción, pudiendo requerir una traqueotomía de urgencia. Una inyección de cortisona antes de la aparición de los trastornos respiratorios puede prevenir que esto suceda.
Otras complicaciones del golpe de calor, que pueden surgir horas o incluso días más tarde, son: fallo renal, hemorragia espontánea, arritmias cardíacas y convulsiones.